La Fundación Ana Bella para la Ayuda a Mujeres Maltratadas y Madres Separadas es una organización sin ánimo de lucro que se dedica a prestar apoyo de forma práctica y eficaz a mujeres en riesgo de exclusión: mujeres maltratadas, inmigrantes y madres en situación de pobreza.
Surgida tras mi experiencia de maltrato físico y psicológico, supone una mano amiga para cientos de mujeres con problemas.
Nuestro principal objetivo es favorecer la integración social de mujeres en dificultad y el empoderamiento de mujeres víctimas de violencia de género a través de acciones positivas. http://www.fundacionanabella.org/
La mujer que ha sufrido malos tratos no es una víctima, sino una mujer fuerte, tolerante, luchadora, paciente, con gran capacidad para amar, para el sacrificio y el trabajo y con gran resistencia al dolor y al fracaso, cualidades que la harán triunfar en una vida lejos del agresor.
Desde este blog IMPULSORAS DE IGUALDAD queremos potenciar los valores positivos de las mujeres que hemos sido víctimas de violencia de género para transformarnos en agentes de cambio social, a través de la formación en igualdad para transmitir esos valores igualitarios en nuestros hogares, trabajos, reuniones....
Te invito a participar... cambiemos el mundo desde la igualdad.
EMPODERAMIENTO
La violencia contra las mujeres no es sólo un problema de sectores deprimidos de la población. La violencia contra las mujeres existe en todos los países del mundo, en todas las culturas, en todas las religiones y en todos los estratos sociales, laborales, culturales y económicos. La única forma de atajar este Holocausto del Siglo XXI es otorgar a la sociedad las herramientas necesarias para su crecimiento en igualdad.
Desde La Fundación Ana Bella aportamos nuestro grano de arena empoderando a mujeres que han sido víctimas y favoreciendo que su ejemplo influya en otras mujeres para que juntas construyamos en igualdad rompiendo así la cadena generacional de violencia.
La Fundación Ana Bella potencia los valores positivos de las mujeres víctimas de violencia con el fin de transformarlas en agentes de cambio social.
Al hablar de empoderamiento hacemos referencia a un proceso, mediante el cual las mujeres logran, en principio introyectar valía, derechos, respeto, apropiación de su cuerpo y erotismo, etc., así como cambiar la distribución del poder incrementando su capacidad para configurar sus propias vidas y su entorno, tanto en las relaciones interpersonales como en las institucionales. Así, el empoderamiento puede entenderse, como la "reafirmación de las mujeres a través de la autoestima, la educación, la información y los derechos. Es ganar poder e influencia. El proceso de construcción de su autonomía personal que significa dejar de considerarse en función de los demás y ser para otros, y aprender a ser para sí mismas”.
La Fundación Ana Bella potencia los valores positivos de las mujeres víctimas de violencia con el fin de transformarlas en agentes de cambio social.
Al hablar de empoderamiento hacemos referencia a un proceso, mediante el cual las mujeres logran, en principio introyectar valía, derechos, respeto, apropiación de su cuerpo y erotismo, etc., así como cambiar la distribución del poder incrementando su capacidad para configurar sus propias vidas y su entorno, tanto en las relaciones interpersonales como en las institucionales. Así, el empoderamiento puede entenderse, como la "reafirmación de las mujeres a través de la autoestima, la educación, la información y los derechos. Es ganar poder e influencia. El proceso de construcción de su autonomía personal que significa dejar de considerarse en función de los demás y ser para otros, y aprender a ser para sí mismas”.
El proceso de empoderamiento implica un desarrollo integral de la mujer en los diferentes ámbitos personales y sociales: cognitivo, psicológico, económico, cultural, sexual y reproductivo.
Nos centramos sobre todo en actuar bajo el principio de sororidad: La sororidad es un término, que deriva de la palabra latina “sorella” y significa hermana.
La sororidad hace referencia a la alianza mutua que establecen las mujeres para lograr erradicar la desigualdad de género, donde cada mujer deja de ver a otras mujeres desde la mirada y valores masculinos para verlas desde su propia experiencia de mujer. La sororidad, como lo enfatiza Marcela Lagarde, no implica la confianza ciega en otras mujeres, sino que es un pacto político y humano basado en el reconocimiento de la diferencia.
Para actuar bajo el principio de sororidad debemos partir de la cuestión personal
ampliando su efecto al plano social que incluya a todas las mujeres, no como una agregación de mujeres sino como un pacto de mujeres, como un proceso de crecimiento compartido con otras semejantes, asumiendo los retos y retrocesos de tal desafío.
CON NUESTRAS ACCIONES POSITIVAS, DESDE LA FUNDACIÓN ANA BELLA
PRETENDEMOS COMPLEMENTAR LAS AYUDAS EXISTENTES Y TRABAJAR DESDE LA CONDICIÓN DE MUJERES QUE HEMOS SUPERADO LOS MALOS TRATOS Y QUE APORTAMOS UN VALOR AÑADIDO A LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
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